El color de tu casa tiene un impacto significativo en su apariencia. Después de muchos años en la misma casa, puede llegar un momento en que la propiedad necesite un nuevo trabajo de pintura exterior.
Cuando uno trabaja en el mejoramiento de las fachadas para casas, puede encontrarse en diferentes encrucijadas que, si no se tiene conocimiento previo, puede terminar en un desastre.
Ofrecemos consejos básicos para guiarte a través del proceso de selección del color.
Considera a tus vecinos
Si vives en una zona residencial concurrida llena de casas, es posible que desees que tu hogar se destaque. Sin embargo, es importante ser consciente de la reacción que puede provocar tu elección de color.
Si la mayoría de las propiedades circundantes son tonos de blanco y gris, la tuya puede parecer tonta como la única casa verde lima.
También considera la reventa. Si no planeas quedarte en el mismo lugar para siempre, ¿qué colores tienden a atraer a más compradores de vivienda?
Inspírate con otras características
Si tu hogar tiene elementos de piedra y ladrillo o tejas distinguidas, considera los colores que complementarían mejor esas características. Por ejemplo, los matices de la piedra gris a veces pueden ser gris pardo, verde, azul e incluso morado. Un color de pintura azul grisáceo se vería refinado contra acentos de piedra.
Elige colores complementarios de campos, acentos y molduras
Campo: Las áreas más grandes del exterior.
Acento: características más pequeñas como puertas y persianas
Molduras: marcos de ventanas, impostas y esquineros
Los colores del campo y de las molduras deben contrastar entre sí (es decir, una casa azul oscuro con molduras blancas).
Puedes ser más atrevido con colores de acento, como una puerta de color rojo brillante, pero evita que choquen con el campo y los colores de las molduras.
Sigue estos pequeños tips para crear un trabajo de pintura realmente genial. Sabemos que puedes hacerlo.
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