Hoy en día, hay muchos materiales disponibles para impermeabilizar un techo plano.
En los últimos años, las membranas de aplicación líquida demostraron ser una solución factible, económica y más respetuosa con el medio ambiente. Al buscar a través de varios “revestimientos” de techos, como se les llama comúnmente a estos materiales, los contratistas de techos se dan cuenta de que no todos son iguales.
La mayoría de los revestimientos para techos actuales brindan los beneficios del color blanco reflexivo, que desvía gran parte de los rayos UV y reduce la temperatura del techo durante la exposición directa al sol.
Un buen trabajo de impermeabilización de techos es lo que necesitas para despreocuparte y evitar las filtraciones de agua y más.
¿Qué hacer antes de impermeabilizar un techo?
Reemplazar completamente el antiguo sistema de techo por uno nuevo suele ser prohibitivamente costoso, pero en los últimos años, los sistemas de techo de aplicación líquida surgieron en el mercado como alternativas confiables y valiosas.
La primera condición que se debe cumplir para elegir el material adecuado es la compatibilidad entre la superficie del techo existente y el producto líquido que se pretende utilizar.
No prestar atención al tipo de material utilizado anteriormente para revestir techos de una sola capa puede ser un error costoso. Por ejemplo, es una mala idea aplicar uretano sobre una superficie previamente recubierta con elastómero acrílico.
Los residuos, la grasa, el polvo o cualquier otro elemento, obstruirán la adhesión del impermeabilizante.
En consecuencia, un sustrato que no se limpie correctamente afectará negativamente el rendimiento de la membrana curada, lo que provocará su falla temprana.
El lavado a presión es el método más común de limpieza de un techo existente; la mayoría de los fabricantes especifican para este propósito su propio detergente. Eligen un producto biodegradable, o un equivalente genérico ampliamente aceptado, el cual se aplica antes de impermeabilizar.
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