La sala de conferencias de tu empresa alberga empleados internos y clientes externos, por lo que debe estar en perfectas condiciones y ser representativa de tu estilo de vida y objetivos comerciales.

Si tu sala de conferencias es un poco monótona y necesita un nuevo trabajo de pintura, sigue estos consejos para asegurarte de que no se convierta en una tarea desastrosa que consuma mucho tiempo.

Lo primero que debes considerar antes de pintar tu sala de conferencias es el tipo de pintura que utilizas. Para espacios interiores, elige un híbrido acrílico-látex o acrílico alquídico a base de agua. Estas son opciones de bajo olor y contienen niveles más bajos de compuestos orgánicos volátiles (COV).

Lo siguiente a considerar es de qué color quieres que sea tu sala de conferencias. Pinta la habitación de verde para promover la eficiencia y el enfoque. Un amarillo relajante genera innovación y apoya el pensamiento creativo.

¿Quieres que tus repisas o muebles vayan en juego con tu decoración? Puedes ir adquiriendo pintura acrílica para madera y comenzar a hacer el trabajo. ¡Tú puedes convertirte en un experto de la noche a la mañana!

¡Opta por el púrpura en tu sala de conferencias!

El púrpura fomenta la creatividad y es probable que impresione a tus clientes, ya que generalmente se le considera un color de riqueza, realeza y poder. Elige un azul mudo para un entorno de reunión tranquilo y estable.

Por otro lado, una investigación sugiere que pintar las habitaciones de tu oficina de blanco reduce la productividad, ¡así que evítalo y agregue un toque de color en su lugar!

Finalmente, considera el acabado que deseas agregar. Esto afectará qué tan bien se ve el color y cuánto dura.

La mejor pintura para tu sala de conferencias

¿Qué tal un acabado plano o mate?

Un acabado plano o mate es un acabado económico sin brillo que es perfecto para salas de conferencias.

El único inconveniente de esta pintura interior fácil de aplicar es que es casi imposible de limpiar. Otras opciones incluyen acabados de cáscara de huevo, satinado o semibrillante o brillante.

Un acabado semimate mantiene el brillo al mínimo, pero es un poco más duradero que un acabado plano.

Los acabados satinados son los más populares, ya que se encuentran en el medio del espectro de brillo y durabilidad, al tiempo que ofrecen un reflejo mínimo.

Los acabados semibrillantes o brillantes se adaptan mejor a los interiores donde se espera más desgaste.

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